jueves, 11 de diciembre de 2014

Should I stay or should I go

Madrugon en Marbella. Necessito buscar la forma de reparar los dos pinchazos del dia anterior. Acabo en el escondido taller de Jose y Cola. No se cual de los dos realiza un vulcanizado de lo mas eficiente.

Ya en el hotel cambio la camara y a los pocos segundos, si ni apoyar la rueda en el suelo, vuelve a desinflarse... no me lo creo. Reviso cubierta y llanta por enessima vez. Nada perceptible.
Ultima moneda. Pongo la unica camara sana que me queda. Parece que esta aguanta.
Me pongo en ruta siguiendo las pistas costeras que, hasta llegar a ostional, son un reto para mis ya mermadas fuerzas. El difrute del trayecto se ve limitado por el miedo inherente de un nuevo rebenton. Parada en San Juanillo para comprar parches en la pulperia.
Llego a playa ostional... regalo para la vista y calmante para los nervios.

Paro a comer algo y aprovecho para parchear las camaras pinchadas. Salgo y a los 500 metros vuelvo a oir aire saliendo de la rueda delantera... es impossible!!! Reparo la rueda con la camara que acabo de arreglar. A 3 kms de Nosara de nuevo... pinchazo. Desisto. A punto he estado de rendirme y retirarme. Me siento y me calmo. Persisto y empujo la bici y mis animos los 3 kilometros hasta Nosata en la hora de mas calor... un halo de esperanza en un cartelito oculto que llama mi atencion...
reparan bisicletas :) Espero que bicicletas tambien.
En la tienda consigo dos camaras nuevas. Tampoco el mecanico ve nada raro en el neumatico. Otra situacion que escapa a mi logica. Por suerte, parece que mi rueda delantera solo necesitaba material local. Des de Nosara la cosa ha ido rodado.
Entrar en Nosara es como teletransportarse a California... lo cutre de California, claro. Yankis que se las dan de hippies cuando tendran sus arcas a rebosar de lingotes de oro. Me aborrece este ambiente. Un vistazo a 'su' playa Guiones y me marcho.

A tiro de piedra esta playa Garza, por suerte aun bajo dominio tico. Paro en una casa-restaurant donde una mami me prepara un sadwich y un jugo de piña, mientras de doy un chapuzon para liberar a mi piel de la angustiosa capa de crema solar, antimosquitos, sudor y polvo del camino. Devo oler a rancio.

De alli a playa Samara, otro lujo de pista donde el cansancio fisico no hace ni cosquillas a la sensacion de alegria. Pedaleo esta pista a la hora del dia en la que le entra morriña al sol y se va dejando caer.

Me toca cruzar otro rio, seguramente tan profundo como el de Arenal, pero mucho mas pacifico.Eso si, junto a unos yankis, tengo que ayudar a una parejita de alemanes a sacar su coche barado. Pobretes...
Al final casi 60 kms curtidores que me han ocupado todo el dia, con un inicio surrealita, que ha puesto a prueba mi temple, y un agradable y reanimador final.
Llego a playa Samara, un mix de gente local y americanos... Costa Rica debe hacer algo con urgencia para evitar el hurto de los lugares mas hermosos de su  litoral.

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