Hoy si!!! Un disfrute.
Me despierto en Brasilito, hoy sin muchas prisas desaprovechando en cama alguna hora de luz.
Visita a playa conchal, a la que se accede literalmente por la arena. Playa de postal donde hasta el mas pequeño granito es un trozo de concha. Chapuzon previo a la salida.
Me despido de Brasilito sin al idea clara de si pasar un dia de relax en Tamarindo, o bien pedalear por una ruta pistera que intenta seguir la linea marcada por la costa. Los 15 primeros kms son comunes... salgo a probar sensaciones.
En el cruze que separa mis dos alternaivas paro a comer... la cantidad de trafico y turistas que viene y va a Tamarindo no me deja duda.
Salgo hacia Hernandez y de alli cojo la pista hacia playa negra... cada kilometro que pedaleo por estos parajes no es un kilometro que gano, sino uno que pierdo.
Preciosa ruta que puntualmente topa con el mar... en playa negra toca otro bañito.
Llego a Paraiso y de alli me encamino hacia playa Lagarto... si cabe esta pista es aun mas encantadora, aunque mas exigente para mis piernas.
Al iniciar la pista pincho dos veces seguidas... por suerte compensa la posibilidad de ver y fotografiar, al fin, a los monos aulladores que llevaban dias 'obsequiandome' con su gruñidos.
1 km para Lagarto. Tercera pinchada y no llevo mas recambios. Pero en los dias que salen rodados no merece ni hacer acopio de nervios. Al minuto aparece Gustavo en su pick up. Habia competido en ciclismo... casualidades... o no. Me acerca a Marbella (si, si), diez kms mas adelante de mi destino.
Me despierto en Brasilito, hoy sin muchas prisas desaprovechando en cama alguna hora de luz.
Visita a playa conchal, a la que se accede literalmente por la arena. Playa de postal donde hasta el mas pequeño granito es un trozo de concha. Chapuzon previo a la salida.
En el cruze que separa mis dos alternaivas paro a comer... la cantidad de trafico y turistas que viene y va a Tamarindo no me deja duda.
Salgo hacia Hernandez y de alli cojo la pista hacia playa negra... cada kilometro que pedaleo por estos parajes no es un kilometro que gano, sino uno que pierdo.
Preciosa ruta que puntualmente topa con el mar... en playa negra toca otro bañito.
Llego a Paraiso y de alli me encamino hacia playa Lagarto... si cabe esta pista es aun mas encantadora, aunque mas exigente para mis piernas.
Al iniciar la pista pincho dos veces seguidas... por suerte compensa la posibilidad de ver y fotografiar, al fin, a los monos aulladores que llevaban dias 'obsequiandome' con su gruñidos.
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