Martes 9. Me levanto al ritmo de las primeras luces del dia. Mi mente necesita reubicarse despues de la decepcion de ayer. Recojo rapido la tienda y salgo a pedales sin idea fija de destino.
Retrocedo la pista de entrada a la reserva. Las nubes siguen encariñadas con los volcanes.
Pongo rumbo a la peninsula de Nicoya. 40 kms por carretera general que pedaleo por la simple necesidad de avançar. Decido seguir por una carretera secundaria que lleva a Tamarindo y que merece el calificativo de panoramica, al adentrase en la pequeña cordillera que da entrada a la costa. Paro para disparar una foto y veo unos carteles de buena comida... directo. Un oasis de buen gusto regentado por Jorge, mas intersado en mi ruta y en ayudarme que en ofrecerme de comer. Agradable charla. Al minuto 24 consigo pedir mi casado y mi zumo... deliciosos.
Sus consejos desvian mi ruta un poco mas al norte, hacia Brasilito, por ser menos turistico que mi destino inicial.
Venga Ricky, disfrutra que nos estas haciendo disfrutar de tu aventura.
ResponderEliminarYa tuvistes playita no?
Besos
Familia Cabarrocas-Ortega